3ª estación. Jesús cae por primera vez.


3ª estación. Jesús cae por primera vez.

 Te adoramos o Cristo, y te bendecimos
 Porque por tu santa cruz redimiste al mundo

En realidad él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias. Y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades (Is 53:4-5a).

“Gracias a los favores de las que Dios no deja de colmarme, veo que hago muchos progresos en la confianza en él. Anteriormente, me parecía a veces que necesitaba de la ayuda de otro, pero ya no es el caso ahora. Sé por experiencia personal que el verdadero remedio para no caer es apoyarme en la cruz de Jesús, poniendo toda mi confianza en él solo, ya que es por nuestra salvación que quiso ser colgado de ella” (P. Pio).

Te ofrecemos Jesús, todas nuestras caídas, nuestros fracasos, nuestros desánimos, nuestros abandonos, todas las veces que nos hemos apartado de ti y te hemos aplastado con nuestros pecados.

Te ofrecemos todas nuestras complacencias en la tristeza y la melancolía, cada vez que nos tenemos lastima a nosotros mismos.

Te pedimos la fortaleza y la valentía para levantarnos cuando nos caímos y para apoyarnos siempre en tu cruz y volvernos hacia ti con humildad y un arrepentimiento profundo del corazón.

 Padre nuestro
 Dios te salve María
 Gloria al Padre

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