Torturado en Albania comunista

Padre Ernest Simoni

Ernest Simoni tenía 14 años cuando los comunistas tomaron el poder en Albania. Vivió 46 años bajo la persecución. Dio su testimonio cuando el papa Francisco vino a Tirana el 21 de septiembre de 2014.

«La tortura, fue terrible, pero no me rendí.»

«Tuve un paro cardíaco.»

«No hablé mal del gobierno, porque Jesús dice amar a los enemigos.»


«Santo Padre, usted habló de los mártires. Ya vio sus rostros en la calle…»

Fotos de martires en la calle principal
La multitud acoge al papa

«…Ahora va a escuchar sus voces.»

1944 FUSILADOS «En 1944 llegó el partido comunista ateo, que tenía por principio la eliminación de la fe y como objetivo eliminar el clero. Para realizar este programa, empezaron en seguida los arrestos, las torturas. Muchos sacerdotes fueron fusilados, y también laicos. Y todos al momento de ser fusilados, gritaban: ¡Viva Cristo Rey! »

1952 FALSA IGLESIA. «En 1952 el gobierno comunista, con una decisión venida de Moscú, intentó reunir a los sacerdotes que todavía vivían, para permitirles ejercer su fe libremente, a condición que la Iglesia se separe del papa y del Vaticano. Esta intención del gobierno, el clero no la aceptó nunca.»

1944-52 CLANDESTINO «Yo seguí con mis estudios en el colegio de los Franciscanos durante 10 años, de 1938 a 48. Nuestros superiores fueron fusilados por los comunistas, y por este motivo fui obligado de terminar en la clandestinidad mis estudios de teología.»

1952 CARCEL «Cuatro años después fui encarcelado por el ejercito, con el fin de hacerme desaparecer. Pasé dos años allí, y estos años fueron terribles.»

1956 ORDENACIÓN (26 años). «Pero el Señor me salvó el 7 abril 1956, año en que fui ordenado sacerdote. El día siguiente, domingo y fiesta de la Divina Misericordia, celebré mi primera misa. Durante 8 años y medio, cumplí mi ministerio sacerdotal.»

1963 CONDENADO (33 años). «El 24 diciembre 1963, terminando la misa de Nochebuena en Barbulush cerca de Scutari, cuatro oficiales me presentaron el decreto de arresto: yo era condenado a ser fusilado. Me pusieron las esposas, me ataron los brazos en la espalda, me llevaron a patadas y me tiraron en su coche.»

TORTURA «(En la policia) me llevaron a una pieza donde estaba aislado, y me dejaron allí 3 meses en condiciones espantosas. Fui interrogado. El jefe me dijo: “Serás colgado como enemigo, porque dijiste al pueblo que todos moriremos por Cristo si es necesario”. Fui torturado tanto que tuve un paro cardiaco y estuve a punto de morir. Me pedían que hablara contra la Iglesia, y contra la jerarquía de la Iglesia, pero no acepté. Yo estaba casi muerto. Viéndome en este estado, me liberaron. El Señor me pedía que siguiera viviendo.»

ESPIADO «La Divina Providencia quiso que mi condena a muerte no fuera ejecutada. En la pieza donde estaba aislado, trajeron a otro prisionero, un querido amigo, con el fin de espiarme. Empezó a hablar contra el partido, pero no le contestaba. Le contesté que Cristo nos enseñó a amar a nuestros enemigos y perdonarles, y que debemos comprometernos para el bien de nuestro pueblo. Mis palabras llegaron a oídos del dictador, que cinco días después, me liberaba de mi condena a muerte.»

1964-92 TRABAJOS FORZADOS (34-62 años). «Pero esta condena fue reemplazada por 18 años de prisión en la mina de Spak (1964-82). Una vez egresado de prisión, fui otra vez condenado a los trabajos forzados, y durante 10 años (1982-92) trabaje en los canales de las aguas negras.»

«Durante los años de mi cautiverio, celebraba misa en latín, y celebraba de memoria, y confesé, y también distribuí la comunión a escondidas.»

Francisco y Simoni abrazados
La asamblea conmovida

Comentó Francisco:

«Hemos escuchado en la Lectura: “Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios” (2 Cor 1,3-4).

¿Cómo han conseguido sobrevivir a tanta tribulación? El Señor los consoló… “para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación”… Es lo que han hecho estos dos hoy, humildemente, sin pretensiones, sin orgullo, haciéndonos un servicio: consolarnos. »